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Como padre, es probable que haya pasado mucho tiempo pensando en el futuro de su hijo. Más aún si él o ella tiene un trastorno del espectro autista o un diagnóstico de TEA.
Además de la atención médica y las terapias que puede hacer para ayudar a su hijo o hija, hay cosas simples y cotidianas que marcan la diferencia.
1. Centrarse en lo positivo. Al igual que cualquier otra persona, los niños con trastorno del espectro autista a menudo responden bien al refuerzo positivo. Eso significa que cuando los elogias por los comportamientos que están haciendo bien, los hará (y a ti) sentirse bien.
Sea específico, para que sepan exactamente lo que le gustó de su comportamiento. Encuentre maneras de recompensarlos, ya sea con tiempo de juego adicional o con un pequeño premio como una calcomanía.
Además, como lo haría con cualquier persona, en el espectro o no, premie a su hijo por quién es él o ella. Como padre, amar a tu hijo por lo que es es clave.
2. Manténgase constante y en horario. A las personas en el espectro les gustan las rutinas. Asegúrese de que reciban orientación e interacción consistentes, para que puedan practicar lo que aprenden de la terapia.
Esto puede facilitar el aprendizaje de nuevas habilidades y comportamientos, y ayudarlos a aplicar sus conocimientos en diferentes situaciones. Hable con sus maestros y terapeutas e intente alinearse con un conjunto consistente de técnicas y métodos de interacción para que pueda llevar lo que están aprendiendo a casa.
3. Ponga el juego en el horario. Encontrar actividades que parezcan pura diversión, y no más educación o terapia, puede ayudar a su hijo a abrirse y conectarse con usted.
4. Dale tiempo. Es probable que pruebe muchas técnicas, tratamientos y enfoques diferentes a medida que descubra qué es lo mejor para su hijo. Mantenga una actitud positiva y trate de no desanimarse si no responden bien a un método en particular.
5. Lleve a su hijo para las actividades diarias. Si el comportamiento de su hijo es impredecible, puede sentir que es más fácil no exponerlo a ciertas situaciones. Pero cuando los lleva a hacer recados todos los días, como ir al supermercado o a una oficina de correos, puede ayudarlos a acostumbrarse al mundo que los rodea.
Continuado
6. Obtener apoyo. Ya sea en línea o en persona, el apoyo de otras familias, profesionales y amigos puede ser de gran ayuda. Los grupos de apoyo pueden ser una buena manera de compartir consejos e información y de conocer a otros padres que enfrentan desafíos similares. El asesoramiento individual, matrimonial o familiar también puede ser útil. Piense en lo que podría hacer su vida un poco más fácil y pida ayuda.
7. Busque en el cuidado de relevo. Esto es cuando otro cuidador cuida de su hijo durante un período de tiempo para darle un breve descanso. Lo necesitará, especialmente si su hijo tiene necesidades intensas debido a un TEA. Esto puede darle la oportunidad de hacer cosas que restauren su propia salud y que disfrute, para que regrese a casa listo para ayudar.