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La fisioterapia a menudo es una de las mejores decisiones que puede tomar cuando tiene dolor a largo plazo (también llamado dolor crónico) o una lesión. Puede hacerte más fuerte y ayudarte a moverte y sentirte mejor.
Pídale a su médico que le recomiende un fisioterapeuta. Probablemente necesitará una serie de visitas y debería practicar algunos de los ejercicios en casa para obtener los mejores resultados.
Los fisioterapeutas tienen mucho entrenamiento. Aún así, es una buena idea preguntarles sobre su experiencia trabajando con personas que han tenido condiciones como la suya. También puedes preguntarles cuántas sesiones necesitarás.
¿Cómo trata el dolor la terapia física?
Los fisioterapeutas son expertos no solo en el tratamiento del dolor, sino también en su fuente. El tuyo buscará áreas de debilidad o rigidez que puedan estar agregando estrés a los lugares que lastiman. Y tratarán esas áreas con ciertos ejercicios para aliviar el dolor y ayudarlo a moverse mejor.
En una sesión de terapia física, puede hacer una combinación de:
Entrenamiento aeróbico de bajo impacto. Estos entrenamientos acelerarán su ritmo cardíaco y aún así lo tomarán con calma en sus articulaciones. Por ejemplo, puede caminar rápido o usar una bicicleta estacionaria para calentar, en lugar de correr, antes de hacer sus ejercicios de fortalecimiento.
Ejercicios de fortalecimiento. Puede usar máquinas en el consultorio de su fisioterapeuta, bandas de resistencia o su propio peso corporal (piense en estocadas, sentadillas y flexiones). Puede trabajar en los músculos centrales (vientre, glúteos y espalda), así como en otras partes de su cuerpo.
Ejercicios para aliviar el dolor. Estos movimientos se dirigen a áreas donde tiene dolor, por lo que es más fuerte y más flexible, lo que debería facilitarle la vida.
Extensión. Esto será suave, y su terapeuta se asegurará de que usted esté abrigado y no se estire demasiado.
Su fisioterapeuta puede prescribir ejercicios para que usted haga en casa.
¿Qué más puedo hacer?
Durante sus sesiones, su terapeuta también puede usar:
Paquetes de calor y hielo. El hielo calma la inflamación. El calor calienta tus músculos para que se muevan mejor. Ambos pueden ayudar con el dolor.
Continuado
Masaje. Tenga en cuenta que un masaje en áreas lesionadas, doloridas o heridas puede no ser relajante. Pero su terapeuta tendrá mucho cuidado para asegurarse de que sea seguro y útil para usted. Si recibe uno de alguien que no sea ella, cuéntele a ese profesional su dolor antes de que comience la sesión.
TENS y ultrasonido. La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea, o TENS, usa un dispositivo para enviar una corriente eléctrica de bajo voltaje a la piel sobre el área donde tiene dolor. El ultrasonido envía ondas de sonido a las áreas que duelen. Ambos pueden ofrecer alivio al bloquear los mensajes de dolor que llegan a su cerebro.
¿Dolerá?
La fisioterapia no debería doler, y será segura. Pero debido a que usará partes de su cuerpo que están lesionadas o tienen dolor crónico, la terapia física puede ser desafiante, incluso difícil. Por ejemplo, puede sentirse adolorido después de un estiramiento o un masaje de tejido profundo.
Pero hay una razón para eso. Su terapeuta tiene en mente un plan específico basado en sus necesidades particulares. A veces, para hacerte más fuerte, tienes que hacer un entrenamiento duro. Te empujará, pero no debería ser demasiado.
Cada persona puede responder de manera diferente a la terapia. Su tipo de cuerpo, actividades diarias, alineación y hábitos afectan su plan. Quédate con él, y obtendrás los beneficios.