Tabla de contenido:
- Los síntomas
- Continuado
- Cómo obtener un diagnóstico
- Tratamiento
- Continuado
- Siguiente en los tipos de autismo
Cuando te encuentras con alguien que tiene el síndrome de Asperger, puedes notar dos cosas de inmediato. Es tan inteligente como otras personas, pero tiene más problemas con las habilidades sociales. También tiende a tener un enfoque obsesivo en un tema o realizar los mismos comportamientos una y otra vez.
Los médicos solían pensar en Asperger como una condición separada. Pero en 2013, la edición más reciente del libro estándar que utilizan los expertos en salud mental, llamada El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. (DSM-5), cambió como se clasifica.
Hoy en día, el síndrome de Asperger técnicamente ya no es un diagnóstico por sí solo. Ahora es parte de una categoría más amplia denominada trastorno del espectro autista (TEA). Este grupo de problemas relacionados con la salud mental comparte algunos síntomas. Aun así, mucha gente todavía usa el término Asperger.
La condición es lo que los médicos llaman un tipo de ASD de "alto funcionamiento". Esto significa que los síntomas son menos graves que otros tipos de trastornos del espectro autista.
El DSM-5 también incluye un nuevo diagnóstico, llamado trastorno de comunicación social pragmático, que tiene algunos síntomas que se superponen con el de Asperger. Los médicos lo usan para describir a las personas que tienen problemas para hablar y escribir, pero que tienen inteligencia normal.
Los síntomas
Comienzan temprano en la vida. Si eres madre o padre de un niño que lo tiene, puedes notar que no puede hacer contacto visual. También puede encontrar que su hijo se ve incómodo en situaciones sociales y no sabe qué decir o cómo responder cuando alguien le habla.
Él puede pasar por alto las señales sociales que son obvias para otras personas, como el lenguaje corporal o las expresiones en los rostros de las personas. Por ejemplo, puede que no se dé cuenta de que cuando alguien se cruza de brazos y frunce el ceño, se enoja.
Otra señal es que su hijo puede mostrar pocas emociones. Él no puede sonreír cuando está feliz o reírse de una broma. O puede hablar de una manera plana, robótica.
Si su hijo tiene la afección, puede hablar de sí mismo la mayor parte del tiempo y concentrarse con mucha intensidad en un solo tema, como las rocas o las estadísticas de fútbol. Y podría repetirse mucho, especialmente sobre un tema en el que está interesado. También puede hacer los mismos movimientos una y otra vez.
También le puede disgustar el cambio.Por ejemplo, puede comer la misma comida para el desayuno todos los días o tener problemas para pasar de una clase a otra durante el día escolar.
Continuado
Cómo obtener un diagnóstico
Si nota signos en su hijo, consulte a su pediatra. Él puede referirlo a un experto en salud mental que se especializa en TEA, como uno de estos:
Psicólogo. Diagnostica y trata problemas con las emociones y el comportamiento.
Neurologo pediatrico. Él trata las condiciones del cerebro.
Pediatra del desarrollo. Se especializa en problemas de habla y lenguaje y otros problemas de desarrollo.
Psiquiatra. Tiene experiencia en condiciones de salud mental y puede prescribir medicamentos para tratarlos.
La condición a menudo se trata con un enfoque de equipo. Eso significa que puede ver a más de un médico para el cuidado de su hijo.
El médico le hará preguntas sobre el comportamiento de su hijo, que incluyen:
- ¿Qué síntomas tiene y cuándo los notó por primera vez?
- ¿Cuándo aprendió a hablar su hijo por primera vez y cómo se comunica?
- ¿Está enfocado en algún tema o actividad?
- ¿Tiene amigos y cómo interactúa con los demás?
Luego observará a su hijo en diferentes situaciones para ver de primera mano cómo se comunica y se comporta.
Tratamiento
Cada niño es diferente, por lo que no existe un enfoque único para todos. Es posible que su médico necesite probar algunas terapias para encontrar una que funcione.
Los tratamientos pueden incluir:
Entrenamiento en habilidades sociales. En grupos o sesiones individuales, los terapeutas le enseñan a su hijo cómo interactuar con los demás y expresarse de la manera más apropiada. Las habilidades sociales a menudo se aprenden mejor modelando el comportamiento típico.
Terapia del habla y lenguaje. Esto ayuda a mejorar las habilidades de comunicación de sus hijos. Por ejemplo, aprenderá a usar un patrón de arriba a abajo normal cuando habla en lugar de un tono plano. También recibirá lecciones sobre cómo mantener una conversación bidireccional y comprender señales sociales como gestos con las manos y contacto visual.
Terapia cognitivo conductual (TCC). Ayuda a su hijo a cambiar su forma de pensar, para que pueda controlar mejor sus emociones y comportamientos repetitivos. Él será capaz de manejar cosas como arrebatos, derrumbes y obsesiones.
Educación y capacitación de padres. Aprenderá muchas de las mismas técnicas que le enseñan a su hijo para que pueda trabajar en habilidades sociales con él en casa. Algunas familias también ven a un consejero para ayudarles a lidiar con los desafíos de vivir con alguien con Asperger.
Continuado
Analisis de comportamiento aplicado. Es una técnica que fomenta las habilidades sociales y de comunicación positivas en su hijo, y desalienta el comportamiento que prefiere no ver. El terapeuta utilizará elogios u otro "refuerzo positivo" para obtener resultados.
Medicina. No hay medicamentos aprobados por la FDA que traten específicamente los trastornos del espectro autista o de Asperger. Sin embargo, algunos medicamentos pueden ayudar con los síntomas relacionados, como la depresión y la ansiedad. Su médico puede prescribir algunos de estos:
- Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
- Fármacos antipsicóticos
- Medicamentos estimulantes
Con el tratamiento adecuado, su hijo puede aprender a controlar algunos de los desafíos sociales y de comunicación que enfrenta. Él puede hacerlo bien en la escuela y continuar para tener éxito en la vida.