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Si tienes problemas en el dormitorio, los terapeutas sexuales pueden ayudarte.
Por Louanne Cole Weston, PhDLa pareja llegó a mi oficina con un problema común. Tenían un niño de 8 meses y otro de 3 años. El marido se moría de hambre por contacto físico y lo había estado desde que nació el bebé número 1. Pero entre el bebé lactante y el niño pequeño que se aferraba, la esposa estaba teniendo casi todo el contacto físico que podía soportar.
A lo largo de varias sesiones, exploré lo que podría estar afectando su vida sexual al hacerles algunas preguntas amables. ¿Podría la madre tener depresión posparto? ¿Era consciente la pareja de que la prolactina, la hormona de la lactancia materna, suprime el deseo sexual? ¿Y cómo era el sexo antes que los niños?
El papel de los terapeutas sexuales
Este caso es típico tanto del tipo de personas que visitan a los terapeutas sexuales como del tipo de trabajo que realizan los terapeutas. Los terapeutas sexuales se enfocan específicamente en el lado sexual de las relaciones, esa zona íntima que es tan difícil de discutir pero que es tan crucial para la salud de una relación. Su principal método de tratamiento es la terapia de conversación, diseñada para ayudar a los clientes a explorar los problemas que pueden afectar su sexualidad. Sugieren ejercicios de tocar para que las parejas prueben en casa y enseñen a las parejas a ser más íntimas. (No tocan a sus clientes de manera erótica).
Los terapeutas sexuales, quienes con frecuencia están certificados por una de las dos organizaciones profesionales en los Estados Unidos, abordan una variedad de problemas. Físicamente, los clientes pueden tener problemas para alcanzar el orgasmo o mantener una erección. Emocionalmente, pueden tener problemas relacionados con su autoestima, su imagen corporal o un trauma anterior, como el abuso. Y, interpersonalmente, pueden estar en desacuerdo con su pareja acerca de la frecuencia, o la forma, en que deben tener relaciones sexuales.
Tratamiento de la disfunción sexual
Tome la pareja descrita anteriormente. Descubrí que la esposa se sentía deprimida, abrumada y mal formada, y que a ella le molestaba que su esposo no hiciera más cosas en la casa. La frustración del marido por su "frialdad", a su vez, fue en parte provocada por su propia educación, en la que nunca sintió que tuviera tanto afecto físico como quisiera.
Una vez que teníamos claridad sobre estos temas, se nos ocurrió un plan: el esposo aportaría más, lo que incluía darle tiempo a la esposa para hacer ejercicio. La esposa trataría de tocar más a su esposo (tanto dentro como fuera de la cama). Y ambos dijeron que serían más honestos sobre lo que necesitaban. Fue un trabajo duro, y tomó honestidad y coraje, pero después de varios meses su vida sexual volvió a encarrilarse.
Si su propia vida sexual está en la crisis, intente reconectarse con su pasión, y su pareja, con estas estrategias:
- Hacer una cita. El tiempo con su cónyuge es crucial para reavivar el romance, especialmente para las mujeres, que a menudo necesitan cercanía emocional para estar físicamente cerca.
- Acurrucarse El contacto no sexual provoca la liberación de la hormona oxitocina, que tiene un efecto calmante.
- Consigue ayuda. Llama a amigos, familiares o profesionales para que te ayuden a aligerar tu carga, ya sea por el cuidado de los niños, las tareas domésticas o las emociones abrumadoras.