¿Pueden los rastreadores de ejercicios ayudar a los niños a estar saludables?

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Anonim

En estos días, es muy probable que veas a alguien con una banda de ejercicios o que te mires en la muñeca dondequiera que vayas. Tal vez incluso tengas uno de estos rastreadores de actividad.

¿Has pensado en conseguirlos para tus hijos? A pesar de que tendrán objetivos diferentes a los de usted o sus amigos adultos, es posible que sus hijos se sientan motivados a moverse más cuando usan un rastreador. (Solo el 15% de los niños hacen los 60 minutos de ejercicio diario que necesitan).

Pruebe estos consejos para ayudar a sus hijos a aprovechar al máximo estos dispositivos.

1. Consigue un wearable cuando estén listos. El hecho de que caminen o vayan a la escuela preescolar no significa que sus pequeños estén listos para grabar cada uno de sus movimientos. Kindergarten o primer grado es un buen punto de partida para usar un rastreador. Antes de eso, y probablemente serán demasiado jóvenes para entender el punto.

2. Elija el dispositivo correcto. Aunque pueden envidiar la colorida pulsera o la elegante pantalla de su dispositivo, sus hijos podrían estar mejor con un rastreador específicamente diseñado para ellos. Los wearables hechos para niños muestran estadísticas más simples (se iluminarán cuando los niños se hayan estado moviendo durante un cierto número de minutos, por ejemplo). Eso los hace más fáciles de usar y entender para los niños pequeños. Bonus: También son generalmente menos costosos que los rastreadores para adultos.

3. No te centres en los pasos demasiado pronto. En kindergarten y primer grado, los niños no tienen la edad suficiente para comprender grandes cantidades, por lo que una meta de 10,000 pasos por día, que es la recomendación general para adultos, puede ser abrumadora. En su lugar, haga que intenten levantarse y moverse durante 60 minutos al día. Luego, recuérdeles todas las formas en que pueden alcanzar esa meta: correr por el patio trasero, jugar al baloncesto en el camino de entrada o tener una fiesta de baile en el estudio.

4. Guarde los pasos para la escuela intermedia. Seguir los pasos también puede ser una cuestión de anatomía: los niños pequeños generalmente toman más pasos al día porque sus piernas son más cortas. Así que la meta de 10,000 pasos al día no tiene sentido para ellos. No te enfoques en ese objetivo hasta que tengan alrededor de 13 o 14 años y tengan piernas más largas.

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5. ¡Hazlo divertido! Una vez que su hijo se haya familiarizado con su dispositivo, es posible que deba mantenerlo interesado en acumular pasos o minutos de actividad. Crea un desafío familiar donde todos establezcan un objetivo e intenten superarlo. Puede hacer un seguimiento del progreso de todos a través de una aplicación de teléfono inteligente o un gráfico en el refrigerador. ¿O cuántos minutos o pasos tomaría caminar a través de su ciudad, al siguiente estado o a Disney World? Ayude a sus hijos a descubrirlo y ver qué tan lejos pueden llegar.

6. Establecer metas separadas. Dale a cada uno de tus hijos su propio desafío para que la competencia sea justa y más divertida. Si su hijo de 10 años está compitiendo con su hijo de 6 años, es probable que obtengan números muy diferentes a lo largo del día, y no quiere que su pequeño se sienta mal porque no puede mantenerse al día.

7. Repasar sus números todas las noches. Dedique algo de tiempo cada noche para hablar sobre la actividad que sus hijos realizaron a lo largo del día y qué podrían hacer de manera diferente mañana. Por ejemplo, si solo se ejercitaron durante 30 minutos, puede sugerir que tomen un paseo en bicicleta de 20 minutos después de la escuela y una pausa de estudios de 10 minutos para hacer canchas o hacer estiramientos. Solicite sus ideas sobre lo que les gustaría hacer para mejorar su actividad: si sus objetivos incluyen cosas que les gustan, estarán más inclinados a hacerlo y se moverán más.

8. Seguimiento juntos. Si quieres que tus hijos sigan más movimientos, ¡levántate del sofá también! Planee tiempo todos los días para moverse juntos como familia, ya sea caminar juntos o patear una pelota de fútbol después de la cena. Acumulará más actividad en sus dispositivos y les enseñará que moverse es una parte divertida de la vida cotidiana.