El tratamiento más efectivo para el trastorno bipolar es una combinación de medicamentos y psicoterapia. La mayoría de las personas toman más de un medicamento, como un medicamento que estabiliza el estado de ánimo y un antipsicótico, una benzodiazepina o un antidepresivo. Sin embargo, es importante que el tratamiento sea continuo, incluso después de sentirse mejor, para mantener bajo control los síntomas del estado de ánimo.
Una nota de precaución: la FDA ha determinado que los medicamentos antidepresivos pueden aumentar el riesgo de pensamientos y conductas suicidas en niños y adolescentes con depresión y otros trastornos de salud mental. Si tiene preguntas o inquietudes, discútalas con su proveedor de atención médica. Además, las investigaciones no han demostrado que los antidepresivos sean tan confiables y efectivos en personas con trastorno bipolar como en otras formas de depresión, lo que hace que su uso sea más controvertido. Otros tipos de medicamentos, incluidos algunos estabilizadores del estado de ánimo y ciertos antipsicóticos atípicos, suelen ser los tratamientos de primera línea para la depresión bipolar.
Después de la remisión de un episodio agudo de trastorno bipolar, una persona tiene un riesgo especialmente alto de recaída durante aproximadamente seis meses. Por lo tanto, a menudo se recomienda la continuación y el mantenimiento de la terapia en curso. Después de seis meses, todavía hay un riesgo de por vida para que ocurran nuevos episodios.
Cualquier persona que haya experimentado dos o más episodios maníacos o hipomaníacos generalmente se considera que tiene un trastorno bipolar de por vida. Esa persona debe tener una terapia de mantenimiento para minimizar el riesgo de futuros episodios. Una vez que su médico ha ayudado a estabilizar el estado de ánimo de la fase aguda del trastorno (ya sea un episodio maníaco o depresivo), la terapia con medicamentos generalmente se continúa de forma indefinida, a veces con dosis más bajas.
Recuerde esto: incluso si ha estado sin síntomas bipolares durante varios meses, no deje de tomar sus medicamentos. Su médico puede reducir sus dosis, pero la interrupción de los medicamentos lo pondrá en riesgo de recurrencia de los síntomas bipolares.