9 maneras de hacer que la hora de acostarse con un niño sea fácil

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Anonim

Si eres un padre, conoces el desafío nocturno: hacer que tus hijos se vayan a la cama y se queden allí. No es fácil, pero es una de las cosas más importantes que puede hacer por ellos.

Cuando los niños no duermen lo suficiente, les cuesta más controlar sus emociones. Pueden ser irritables o hiperactivos, lo que no es divertido para nadie. Los niños que siempre están privados de sueño tienen más probabilidades de tener problemas de conducta, tienen problemas para prestar atención y aprender, y tienen sobrepeso. Entonces, aunque no es fácil, es importante hacer todo lo posible para ayudar a su hijo a dormir lo que necesita.

Los horarios regulares y los rituales a la hora de acostarse desempeñan un papel importante para ayudar a los niños a tener un sueño profundo y un funcionamiento óptimo. Cuando establece y mantiene buenos hábitos de sueño, ayuda a que su hijo se duerma, se quede dormido y se despierte descansado y descansado. También pueden ayudar a eliminar el estrés de la hora de acostarse.

No hay reglas estrictas para la hora de acostarse, y cada niño es diferente. Lo importante es construir una rutina que funcione para su familia y seguirla. Aquí hay nueve maneras de empezar.

1. Hacer del sueño una prioridad familiar.

Establezca horarios regulares para ir a la cama y para despertarse para toda la familia y asegúrese de seguirlos, incluso los fines de semana. Se puede decir que los niños duermen lo suficiente cuando se duermen a los 15 o 30 minutos de irse a dormir, se despiertan fácilmente por la mañana y no se quedan dormidos durante el día.

2. Tratar con los problemas de sueño.

Las señales de problemas para dormir incluyen problemas para conciliar el sueño, despertarse por la noche, roncar, atascarse y resistirse a ir a la cama, tener problemas para respirar durante el sueño y respirar fuerte o con dificultad mientras duerme. Es posible que también note problemas en el comportamiento diurno. Si su hijo parece estar demasiado cansado, somnoliento o irritable durante el día, informe a su médico.

3. Trabajar en equipo.

Es importante discutir y acordar de antemano una estrategia de sueño para su hijo con su cónyuge o pareja y trabajar juntos como un equipo para llevarlo a cabo de manera constante. De lo contrario, no puede esperar que su hijo aprenda o cambie su comportamiento.

Si está comenzando una nueva rutina de sueño para su hijo, hágala parte del equipo explicándole el nuevo plan si tiene la edad suficiente para entender. Para un niño pequeño, intente usar una tabla de imágenes para ayudarlo a aprender la nueva rutina, mostrando acciones como cambiarse de ropa, cepillarse los dientes y leer un libro.

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4. Rutina, rutina, rutina.

A los niños les encanta, les encanta y funciona.Un estudio encontró que una rutina nocturna constante mejoraba el sueño en niños que tenían problemas de sueño leves a moderados. Ayuda a su hijo a aprender a tener sueño, al igual que leer en la cama a menudo pone a los adultos a dormir. También puede hacer que la hora de acostarse sea un momento especial. Eso ayudará a su hijo a asociar el dormitorio con buenos sentimientos y le dará una sensación de seguridad y control. No existe una sola rutina que sea adecuada para todos, pero en general, la suya debe incluir todas las cosas que su hijo debe hacer antes de irse a dormir, como cepillarse los dientes, lavarse los pies, ponerse pijamas y tomar un refrigerio o una bebida de agua. . Es posible que su hijo quiera leer un libro con usted, hablar sobre el día o escuchar un cuento. Sea lo que sea lo que elija hacer, mantenga la rutina corta (30 minutos o menos, sin incluir un baño) y sea firme acerca de terminarlo cuando sea el momento de dormir.

5. Aperitivos a la hora de acostarse.

Los niños pueden necesitar más de tres comidas al día para mantenerlos en funcionamiento, por lo que una pequeña merienda antes de acostarse puede ayudar a que sus cuerpos permanezcan alimentados toda la noche. Las opciones saludables incluyen cereales integrales con leche, galletas Graham o una pieza de fruta. Evite los bocadillos grandes cerca de la cama, especialmente con niños mayores, porque un estómago lleno puede interferir con el sueño.

6. Vestimenta y temperatura ambiente.

Todos duermen mejor en una habitación fresca pero no fría. Una regla de oro es vestir a su hijo básicamente mientras se viste usted mismo, teniendo en cuenta que los niños muy pequeños a menudo quitan las sábanas por la noche y no pueden cubrirse.

7. Ambiente de sueño.

Asegúrese de que el dormitorio esté oscuro y tranquilo, y que el nivel de ruido en la casa sea bajo. Si a su hijo no le gusta una habitación totalmente oscura, encienda una pequeña luz nocturna o deje la luz del pasillo encendida y la puerta del dormitorio abierta.

8. Objeto de seguridad.

La hora de acostarse significa separación, y eso puede ser más fácil para los niños con un objeto personal, como una muñeca, un osito de peluche o una manta. Puede proporcionarle una sensación de seguridad y control que reconforta y tranquiliza a su hijo antes de que se duerma.

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9. Una última cosa.

Los niños siempre pedirán una última cosa: abrazos, un vaso de agua, un viaje al baño, solo un libro más. Haz tu mejor esfuerzo para evitar estas solicitudes haciéndolas parte de la rutina de acostarse. Y hágale saber a su hijo que una vez que esté en la cama, tiene que quedarse en la cama.

Si se levanta, no reaccione, simplemente tómela de la mano y llévela a la cama. Si discute o cede ante las solicitudes, le está prestando atención adicional, y retrasa la hora de ir a la cama, lo que ella quiere. Y no te rindas a la trampa de "solo esta vez". Si lees una historia más o la dejas levantada por más tiempo "solo por esta vez", la rutina a la hora de acostarte que has construido podría deshacerse.