24 de abril de 2000 (Nueva York) - Aunque el 48% de la fuerza laboral es femenina, según el Instituto de Familias y Trabajo en la ciudad de Nueva York, la lactancia materna no es un tema que se discuta comúnmente en la oficina. "Amamantar en el lugar de trabajo es una necesidad", dice la consultora de lactancia Rhona Cohen, "pero es una necesidad oculta". Si desea que su empleador lo ayude a continuar amamantando, esto es lo que debe hacer:
- Tome una decisión por adelantado y comparta su intención con su jefe. Cuando falten varios meses para comenzar su licencia de maternidad, dígale a su supervisor que es posible que desee seguir amamantando después de regresar al trabajo. Esto le da a su empleador tiempo para ubicar o reasignar una habitación disponible si él o ella lo desean.
- Hablar alto. Pide un espacio. Si no tiene una oficina privada para usar, pregúntele a su jefe si hay una habitación con una puerta que pueda usar durante media hora, dos o tres veces al día, dependiendo de la duración de su jornada laboral.
- Informe a su empleador que algunas compañías brindan apoyo de lactancia como parte de un programa de bienestar para empleados que incluye los servicios de un asesor de lactancia.
Eileen Garred es editora senior en Niño revista. Ella vive en la ciudad de Nueva York y tiene una hija.