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El diagnóstico temprano puede hacer una gran diferencia en las vidas de los niños con trastorno del espectro autista (TEA) y sus familias.
Pero no siempre es fácil hacer un diagnóstico de TEA. No hay una prueba de laboratorio para eso, así que los médicos confían en observar los comportamientos de niños muy pequeños y escuchar las preocupaciones de sus padres.
ASD tiene una gama muy amplia de síntomas. Algunas personas que están "en el espectro" tienen discapacidades mentales graves. Otros son altamente inteligentes y capaces de vivir independientemente.
Donde sea que su hijo caiga en el espectro, obtener un diagnóstico de autismo es un proceso de dos etapas, y comienza con su pediatra.
Visitas del niño sano
Los pediatras son el primer paso en el proceso de diagnóstico del autismo. Todos los niños reciben una evaluación en sus chequeos de 18 y 24 meses para asegurarse de que están bien encaminados, incluso si no parecen tener ningún síntoma.
En estas visitas, el pediatra de su hijo lo vigilará y hablará con él. Ella le hará preguntas sobre la historia familiar (si alguien en la familia está en el espectro) y sobre el desarrollo y el comportamiento de su hijo.
Aquí hay algunos hitos que su médico estará buscando:
- ¿Su bebé sonrió a los 6 meses?
- ¿Imitaba los sonidos y las expresiones faciales a los 9 meses?
- ¿Estaba balbuceando y arrullando a los 12 meses?
Además, ella le preguntará acerca de estas cosas:
- ¿Alguno de sus comportamientos es inusual o repetitivo?
- ¿Tiene problemas para hacer contacto visual?
- ¿Interactúa con las personas y comparte experiencias?
- ¿Responde cuando alguien trata de llamar su atención?
- ¿Su tono de voz es “plano”?
- ¿Entiende las acciones de los demás?
- ¿Es sensible a la luz, el ruido o la temperatura?
- ¿Algún problema con el sueño o la digestión?
- ¿Tiende a molestarse o enfadarse?
Sus respuestas son muy importantes en la evaluación de su hijo. Si todo sale bien y no tienes preocupaciones, ese es el final. Pero si su hijo muestra problemas de desarrollo o su médico tiene inquietudes, lo remitirá a un especialista para que le realice más pruebas.
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Otras pruebas
Si su hijo necesita más pruebas, su próxima cita probablemente será con un equipo de especialistas en TEA: psicólogo infantil, patólogo del habla y lenguaje y terapeuta ocupacional. También puede reunirse con un pediatra del desarrollo y un neurólogo.
Por lo general, esta evaluación es para verificar cosas como el nivel cognitivo, las habilidades del lenguaje y otras habilidades de la vida de su hijo, como comer, vestirse y ir al baño.
Para un diagnóstico oficial, su hijo debe cumplir con los estándares del Manual estadístico y de diagnóstico de trastornos mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.
Su hijo debe tener problemas con dos categorías para caer en el espectro del autismo.
- Retos con la comunicación y la interacción social. Para los niños con TEA, es difícil "conectarse" o predecir las reacciones de otras personas, leer las señales sociales, establecer contacto visual o mantener una conversación. Es posible que no empiecen a hablar tan pronto como lo hacen otros niños. También pueden tener dificultades con las habilidades musculares necesarias para cosas como practicar deportes o dibujar y escribir.
- Patrones de comportamiento restringidos y repetitivos. Los niños con TEA pueden sacudir sus cuerpos, repetir frases o enojarse con los cambios en sus rutinas. A menudo están profundamente interesados en un tema. También tienen problemas sensoriales.
Los médicos de su hijo también pueden recomendar pruebas genéticas para descartar cualquier otra condición que pueda causar estos síntomas.