Facilite la congestión de su bebé

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Por Ellen Greenlaw

Lo creas o no, una nariz que gotea puede ser una buena cosa. Es la forma del cuerpo de deshacerse de los gérmenes. Pero cuando su bebé tiene demasiada mucosidad, puede causarle la cabeza tapada. También puede hacer que sea difícil comer o respirar. Unos pocos tratamientos caseros pueden hacer que su pequeño vuelva a estar cómodo.

1. Probar gotas salinas (agua salada)

Puedes comprar esto en la tienda. Ponga unas gotas en cada fosa nasal y luego use una jeringa de bulbo para extraer un poco de moco. Es seguro repetir esto tan seguido como lo necesites. Y si lo hace justo antes de que su bebé coma, hará que la hora de la comida sea más fácil.

Sin embargo, hay una trampa. Funciona mejor si su hijo es menor de 6 meses. Los bebés mayores pueden ponerse inquietos cuando usa el bulbo. Si eso sucede, está bien omitir esa parte. Las gotas de solución salina adelgazan el moco, por lo que puede dejar que salga de la nariz por sí solo.

Aquí le indicamos cómo usar la bombilla de la manera correcta:

  1. Apretar la jeringa primero.
  2. Coloque la punta suavemente en la fosa nasal de su bebé.
  3. Suelte la bombilla lentamente.
  4. Lave con agua y jabón después de cada uso.

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2. Retire las cosas pegajosas

Algunas veces, el moco se endurece en un lío crujiente o pegajoso alrededor de la nariz de su bebé. Para limpiarlo de manera segura, humedezca un hisopo de algodón con agua tibia y limpie suavemente el área.

3. Vaporizar

Coloque un vaporizador o humidificador de vapor frío en la habitación de su bebé para agregar humedad al aire. Ayuda a limpiar su congestión nasal. Limpie la máquina regularmente para que no crezca moho en su interior.

Puede obtener el mismo efecto calmante si usted y su bebé se sientan en un baño lleno de vapor.

4. Dar amor Pats

Los golpecitos suaves en la espalda de su bebé pueden ayudar a aliviar la congestión del pecho. Recuéstalo sobre tus rodillas y palmea suavemente su espalda con tu mano ahuecada. O hazlo mientras se sienta en tu regazo con su cuerpo avanzando unos 30 grados. Afloja el moco en el tórax y le facilita la tos.

5. Saber cuándo esperar

No todas las narices tapadas y moqueadas necesitan tratamiento. Si no le molesta a su bebé, no tiene que hacer nada. Mientras tu pequeño esté activo y coma y beba normalmente, está bien esperar y mirar.

No le dé medicamentos para la tos y el resfrío a los niños menores de 4 años. Si su hijo tiene entre 4 y 6 años, hable con su médico sobre qué medicamentos está bien usar.