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El litio (Eskalith, Lithobid) es uno de los medicamentos más utilizados y estudiados para tratar el trastorno bipolar. El litio ayuda a reducir la severidad y la frecuencia de la manía. También puede ayudar a aliviar o prevenir la depresión bipolar.
Los estudios demuestran que el litio puede reducir significativamente el riesgo de suicidio. El litio también ayuda a prevenir futuros episodios maníacos y depresivos. Como resultado, puede ser prescrito por largos períodos de tiempo (incluso entre episodios) como terapia de mantenimiento.
El litio actúa sobre el sistema nervioso central de una persona (cerebro y médula espinal). Los médicos no saben exactamente cómo funciona el litio para estabilizar el estado de ánimo de una persona, pero se cree que ayuda a fortalecer las conexiones de las células nerviosas en las regiones del cerebro que participan en la regulación del estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento.
Por lo general, toma varias semanas para que el litio comience a funcionar. Su médico ordenará análisis de sangre periódicos durante su tratamiento, ya que el litio puede afectar la función renal o tiroidea. El litio funciona mejor si la cantidad de medicamento en su cuerpo se mantiene en un nivel constante. Es importante que el nivel de litio en su cuerpo no sea demasiado bajo o demasiado alto. Es probable que su médico también le sugiera que tome entre 8 y 12 vasos de agua o líquido al día durante el tratamiento y que use una cantidad normal de sal en su comida. Tanto la sal como el líquido pueden afectar los niveles de litio en la sangre, por lo que es importante consumir una cantidad constante todos los días.
La dosis de litio varía según las personas y las fases de su enfermedad cambian. Aunque el trastorno bipolar a menudo se trata con más de un medicamento, algunas personas pueden controlar su condición con solo litio.
Efectos secundarios de litio
Alrededor del 75% de las personas que toman litio para el trastorno bipolar tienen algunos efectos secundarios, aunque pueden ser menores. Pueden volverse menos molestos después de unas pocas semanas a medida que su cuerpo se adapta al medicamento. A veces, los efectos secundarios del litio pueden aliviarse al ajustar la dosis. Sin embargo, nunca cambie su dosis o horario de medicamentos por su cuenta. No cambie la marca de litio sin consultar primero con su médico o farmacéutico. Si tiene algún problema, hable con su médico acerca de sus opciones.
Continuado
Los efectos secundarios comunes del litio pueden incluir:
- Temblor en las manos (si los temblores son particularmente molestos, a veces se pueden reducir las dosis, o un medicamento adicional puede ayudar).
- Aumento de la sed
- Aumento de la micción
- Diarrea
- Vómito
- Aumento de peso
- Deterioro de la memoria
- Pobre concentración
- Somnolencia
- Debilidad muscular
- Perdida de cabello
- Acné
- Disminución de la función tiroidea (que puede tratarse con hormona tiroidea)
Notifique a su médico si sospecha que puede tener efectos secundarios persistentes del litio o si presenta diarrea, vómitos, fiebre, caminatas inestables, desmayos, confusión, dificultad para hablar o ritmo cardíaco acelerado.
Informe a su médico sobre antecedentes de cáncer, enfermedad cardíaca, enfermedad renal, epilepsia y alergias. Asegúrese de que su médico sepa todos los demás medicamentos que está tomando. Evite los productos que son bajos en sodio (sal) ya que una dieta baja en sodio puede llevar a niveles de litio excesivamente altos. Al tomar litio, tenga cuidado al conducir o usar maquinaria y limite las bebidas alcohólicas. Las personas que toman litio también deben consultar con su médico antes de tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como el ibuprofeno, ya que esos medicamentos pueden aumentar los niveles de litio.
Si olvida una dosis de litio, tómela tan pronto como lo recuerde, a menos que la próxima dosis programada sea dentro de las dos horas (o seis horas para las formas de liberación lenta). Si es así, omita la dosis olvidada y reanude su horario de dosificación habitual. No "doble" la dosis para ponerse al día.
Hay algunos riesgos serios a considerar. El medicamento se ha relacionado con ciertos defectos congénitos y se debe usar con precaución en mujeres embarazadas, especialmente durante los primeros tres meses de embarazo. La seguridad de la lactancia materna mientras se toma litio es controvertida y debe discutirse de antemano con su médico. Además, en algunas personas, el tratamiento a largo plazo con litio puede interferir con la función renal o provocar un daño renal permanente, razón por la cual es importante el control periódico de los análisis de sangre para medir el funcionamiento del riñón.
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